“Donde todo empieza y todo acaba
El lugar al que siempre estás deseando volver, ese que puedes considerar hogar.
Donde el mar te habla de su silencio.
El sitio perfecto para encontrarte de nuevo.”
Nos encontramos exactamente entre el arco de Fisterra y la ría de Corcubión, en la Punta de Ínsua, donde se encuentra el Hotel Altonadock Faro de Lariño, primer proyecto hostelero en el que se ha adentrado la marca, para poder ofrecer a sus clientes una experiencia completa en la mismísima playa de Carnota. Un espacio de gran belleza medio ambiental que te permitirá conectar con la naturaleza.
Ayer y hoy
La construcción del faro se realizó entre 1913 y 1921 de la mano del ingeniero Salvador López Miño, quién usó materiales como la piedra y el color blanco con el objetivo de mantener la belleza del paisaje. Un lugar lleno de historia que, aunque haya pasado a ser un hotel, ha mantenido toda la esencia de sus orígenes de cuando servía de residencia a los fareros y a sus familiares. Hoy en día, se ha convertido en unos de los hoteles más especiales de la Costa Gallega, que se basa en la idea de crear emociones a sus visitantes, dándoles la oportunidad de conectar con el mar durante su estancia. Y sí, todo sin dejar de lado su principal función, iluminar la costa con una luz blanca y roja que llega a alcanzar 20 millas.
Actualmente, el hotel se encuentra dirigido por Jesús Picallo y su hijo Jacinto, quienes han habilitado el faro convirtiéndolo en un acogedor hospedaje que cuenta únicamente con nueve habitaciones inspiradas en los estados del mar, y una taberna con historia donde se puede disfrutar de la gastronomía gallega en estado puro.
Un vínculo sin límites: Altonadock y El Faro de Lariño
La unión entre Altonadock y Galicia, va mucho más allá de su vinculo con El Faro de Lariño. Esta comunidad ha visto crecer la marca desde sus inicios, convirtiéndose en uno de los puntos más potenciales a nivel nacional.
Esta colaboración surgió a raíz de una gran casualidad. Otro colaborador, El Kilómetro Cero, fue quién unió nuestros caminos. Ángel Ortega, el fundador de Altonadock, quien participó en esta experiencia ciclista que unía Madrid – Finisterre, se enamoró de los encantos que puede ofrecer esta costa. De ahí, a la idea de colaboración solo había un paso. Los lazos se estrecharon muy fácilmente debido a la gran afinidad de ADN que tienen ambas marcas, comparten el concepto de aventura, libertad, naturaleza, y experiencia/producto cuidada hasta el mínimo detalle.
Hotel Altonadock Faro de Lariño by David Rojas (@dvrjphoto)
Costa da Morte nos ofrece la oportunidad de volver a Australia sin coger un avión, proporcionándonos pueblos marineros, playas sin descubrir, mil historias protagonizadas por barcos hundidos, mitos… que nos llaman a la aventura, introduciendo una filosofía de vida donde lo primero es ser libre, salir de la zona de confort, dejar todo y salir de la rutina para conectar contigo mismo.
Queremos darte la oportunidad de disfrutar de una experiencia completa con la que podrás conocer más a fondo la esencia de ambas marcas. Es por eso, que queremos ofrecerte un 15% de descuento para que vivas tu primer toma de contacto con El Hotel Altonadock Faro de Lariño.
¡No te quedes sin la oportunidad de vivirla en primera persona!