Este miércoles 21 de mayo a las 6:00 a.m., 150 ciclistas tomaron la salida desde el Kilómetro Cero de la Puerta del Sol. Entre ellos, Ángel —fundador de Altonadock—, con el apoyo de todo nuestro equipo. Lo hizo como siempre lo hace: con pasión, humildad y ese impulso imparable que le caracteriza.
Pero antes de pedalear, algo especial: haciendo un guiño a la tradición del lugar donde empieza todo, tomaron una ''noche'' más las uvas, dando la bienvenida a otro año más dando pedales junto con el KM0. Un nuevo reto, un nuevo comienzo, una cuenta atrás hacia el punto más occidental de Europa continental: Cabo da Roca, en Portugal.
765 kilómetros. 100 horas. Una ruta que habla de superación.
El reto: completar los 765 kilómetros entre Madrid y el Cabo da Roca en un máximo de 100 horas, atravesando el corazón de la península Ibérica. No se trata de una competición, sino de una aventura. Una travesía en autosuficiencia donde cada pedalada conecta con la diversidad, la cultura, la gastronomía y los paisajes que ofrece el camino.
Este es el sexto recorrido impulsado por el proyecto Kilómetro Cero, que desde 2021 recorre los extremos cardinales de la península. Tras Finisterre, Cap de Creus, Tarifa, Hondarribia y la Madrid 360, ahora llega el momento de mirar hacia el Atlántico.
Una ruta que no solo se pedalea, se vive.
Desde Talavera de la Reina, pasando por Guadalupe, Mérida, Badajoz, Elvas, Coruche, Lisboa o Sintra, cada parada es una historia, cada kilómetro una lección. Porque no se trata solo de montar en bici. Se trata de descubrir, conectar, aprender y disfrutar del proceso.
Ángel ha dado comienzo a este nuevo reto acompañado de varios miembros del equipo Altonadock, reforzando una vez más los valores que nos unen: inspirar, ser auténticos, marcar nuestro propio destino y superarnos.
Este año, además, destaca la presencia de 18 mujeres (en la primera edición solo fue una) y ciclistas de 12 nacionalidades distintas: desde Finlandia a Argentina. Es un recorrido que une, que habla todos los idiomas y celebra cada diferencia. La emoción en el ambiente es real. Las ganas, contagiosas. El compañerismo, palpable.
Nuestro propósito: contar historias reales
Historias como esta. De superación, de valentía, de caminos largos que merecen ser recorridos. Donde lo importante no es llegar el primero, sino hacerlo con actitud, con positividad y con respeto por uno mismo y por lo que te rodea. Como en la vida.
En Altonadock creemos en quienes se atreven a cruzar fronteras físicas y personales. Este viaje representa lo que somos y lo que queremos transmitir: autenticidad, libertad, decisión.
Seguiremos de cerca a Ángel y al resto de participantes en esta travesía que no entiende de relojes ni de etiquetas. Porque lo que importa no es el destino, sino todo lo que vives hasta llegar a él.